El juego como herramienta para disminuir la agresividad en los niños del centro educativo divino niño, escuela la candelaria, sede San Luis el plan

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Fundación Universitaria Los Libertadores. Sede Bogotá.
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Abstract
La sede San Luis El Plan del centro educativo Divino Niño de San Juanito, es una
escuela unitaria con una cobertura de 24 estudiantes, distribuidos de grado cero a
grado quinto, son niños que están entre las edades de 5 a 12 años. Entre los
niños más grandecitos se presentan brote de agresividad que en ocasiones han
llegado a pasar de las agresiones verbales a físicas, agresiones que se dan por
falta de tolerancia en sus juegos, no tienen la capacidad de aceptar que en el
juego a veces se gana, pero que en otras ocasiones hay que saber perder.
La falta de tolerancia que existe en la convivencia entre los niños en sus
descansos llega hasta el aula, generando un clima incomodo y de tensión, se
tiende a formar grupos liderados por los niños envueltos en la agresión, pero los niños más pequeños también toman parte y ayudan a acrecentar las rivalidades
dando quejas de uno u otro compañero. En los niños existe una actitud de
disposición a “no dejarse”, se tiene la falsa creencia de que el más fuerte es el que
más duro pegue, más grosero sea o más alto grite. A raíz de la observación y
diagnóstico de esta investigación hemos podido deducir que el problema de
agresividad en los estudiantes de la sede San Luis El Plan, se genera en primer
lugar debido al autoritarismo que existe en los hogares, donde se tiene la
concepción o se podría decir que aunque con menos frecuencia que hace unos
años que a los hijos se deben castigar para que moderen su conducta, lo que
conlleva a que los niños repriman en sus casas ciertos impulsos, que se ven
reflejados en la escuela, donde no tienen que cohibirse de expresar lo que siente.
En segundo lugar se podría decir que se da por la diferencia de edades y que los
niños no alcanzan en la euforia del juego a percibir que no todos tienen la misma
fuerza, que el microfútbol, que es el deporte que más practican en sus descansos
no es dar con todas las energías al balón si no es de pensar y saber manejarlo.
Las consecuencias de esta actitud agresiva en los niños es que no se puede
realmente establecer lazos de hermandad entre ellos, que permitan una sana
convivencia escolar.