La escuela actualmente enfrenta grandes desafíos en relación con políticas internacionales y nacionales que promueven una educación para todos (Declaración Mundial Sobre Educación para Todos, 1990) donde es importante considerar que la exclusión educativa no se limita a quienes quedan por fuera de la escuela, también afecta a quienes estando escolarizados, son discriminados o segregados por su etnia, género, procedencia social, capacidades o características personales. Este es uno de los grandes desafíos que enfrentan los docentes, construir una escuela donde se viva el respeto por el otro, la valoración de la diversidad y se responda con un alto compromiso ético al derecho a la educación de todos los estudiantes con equidad y promoviendo la equiparación de oportunidades para que todos los niños y niñas puedan llegar al éxito tanto académico como personal. Desde las comprensiones anteriormente expuestas, es importante resaltar que la investigación analiza las situaciones educativas mencionadas, no solo de los estudiantes con discapacidad intelectual, sino de todos los estudiantes, independientemente de su procedencia, cultura, condiciones familiares, edad, estilos, ritmos de aprendizaje, forma de acceder al aprendizaje, a la información, posibilidades comunicativas y de socialización, así como a sus intereses, actitudes y aptitudes entre otras particularidades de los seres humanos.